Dentro del contexto del post anterior, cuando Chile pidió disculpas e hizo las reparaciones pertinentes para evitar la guerra, los gringos se subieron por el chorro y el presidente Harrison parece que además deseaba que se le hiciera un saludo a la bandera de EE.UU, pero no insistió en esta exigencia. Esto dió origen a una leyenda que dice que habría existido en la Escuela Naval, el busto de un héroe, el teniente de navío Carlos Peña. Según se cuenta, como parte de las exigencias hechas por los Estados Unidos a Chile, hubo que mandar al puerto de San Francisco a un barco a arriar la bandera chilena, mientras la banda de a bordo interpretaba el himno de los gringos. Cuando llegó el momento de hacerlo, el comandante de la nave pidió un voluntario para que bajara nuestra bandera. Nadie se ofreció, hasta que el teniente Peña dio un paso al frente. Luego de arriar la bandera chilena, le dijo a la banda que tocara la canción nacional chilena y besando el pabellón arriado, se disparó un tiro en la sien.
La leyenda patriotrágica de Carlos Peña.
30 septiembre 2006
El incidente del Baltimore ( O cuando casi nos vamos a las manos con EE.UU).
25 septiembre 2006
- El 16 de octubre de 1891 desembarcó en Valparaiso la tripulación del Baltimore, navío de guerra estadounidense. Como es lo usual, los marinos lo primero que hicieron fue ir a meterse un bar de mala muerte llamado True Blue. Entre copete y copete la cosa entre gringos y chilenos empezó a ponerse densa hasta que reventó. ¿Resultado? 2 marinos yankis muertos en la calle producto de cuchillazos y 17 heridos.
Los EE.UU desde hace reto ya venian desarrollando una politica intervencionista en este lado del mundo y que mejor que sobrerreaccionar ante tal evento y aprovecharlo para hincharle las pelotas a Chile.
El Departamento de Estado gringo pidió explicaciones a Chile y éstas fueron dadas pero los del norte consideraron que tenían un tono ofensivo. Como Chile no aflojaba el presidente Harrison envió a Chile un ultimátum, amenazando con cortar relaciones si no se satisfacían las exigencias de EE.UU.
El 25 de enero de 1892, Harrison remitió al Congreso un documento sobre el conflicto con Chile, citó al secretario de Marina, se reunieron con los presidentes de las comisiones de asuntos navales del Senado y de la Cámara, y con la aprobación de todos se iniciaron los preparativos para una invasión militar a Chilito.
Chile previendo lo que se venia encima, tuvo que agachar el moño y retirar los dichos considerados injuriosos. Este fue uno de los episodios más sabrosos de la historia de Chile por todas las implicaciones que llegó a tener, pero también por sus consecuencias y por lo antecedentes previos que ya avizoraban que la cosa pintaba pa mal.
La historia completa se puede leer en Nuestro.cl. Simplemente imperdible.
Hitler en Chile.
16 septiembre 2006
¡Chita la payasá ! Los personajes que han llegado por estos lares.