La leyenda patriotrágica de Carlos Peña.

Dentro del contexto del post anterior, cuando Chile pidió disculpas e hizo las reparaciones pertinentes para evitar la guerra, los gringos se subieron por el chorro y el presidente Harrison parece que además deseaba que se le hiciera un saludo a la bandera de EE.UU, pero no insistió en esta exigencia. Esto dió origen a una leyenda que dice que habría existido en la Escuela Naval, el busto de un héroe, el teniente de navío Carlos Peña. Según se cuenta, como parte de las exigencias hechas por los Estados Unidos a Chile, hubo que mandar al puerto de San Francisco a un barco a arriar la bandera chilena, mientras la banda de a bordo interpretaba el himno de los gringos. Cuando llegó el momento de hacerlo, el comandante de la nave pidió un voluntario para que bajara nuestra bandera. Nadie se ofreció, hasta que el teniente Peña dio un paso al frente. Luego de arriar la bandera chilena, le dijo a la banda que tocara la canción nacional chilena y besando el pabellón arriado, se disparó un tiro en la sien.

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